ÚLTIMAS NOTICIAS

La otra Custodia, también de Arfe, en el Museo de Santa Cruz de Toledo


👉El colectivo "Museo Santa Cruz Vivo", en homenaje a la festividad del Corpus Christi, nos da cuenta de la otra Custodia que también lleva el apellido de Arfe. Una pieza que forma parte de la colección del Museo de Santa Cruz

La Custodia de Enrique de Arfe, una joya espectacular que cada año procesiona por las calles entoldadas de nuestra ciudad, esta vez lo hará tan sólo por el interior de la Catedral en una celebración íntima y restringida a un número limitado de personas. En nuestra mente quedarán los recuerdos de tantos y tantos años en los que Toledo se ha puesto sus mejores galas, los toledanos hemos salido a las calles y se han recibido a miles y miles de visitantes venidos de todos los puntos para contemplar la magnificencia de esta obra sin par y para venerar la hostia consagrada que se aloja su viril.

Como homenaje a la festividad del Corpus Christi, entre las piezas que forman parte de la colección del Museo de Santa Cruz, presentamos hoy una custodia cuyo autor también lleva el apellido de Arfe, Juan de Arfe, un nieto de Enrique que, formando parte toda una saga familiar de orfebres y plateros, continuó realizando grandes custodias, relicarios o cruces procesionales para muchas catedrales y otras instituciones católicas.

Juan de Arfe y Villafañe (León, 1535 - Madrid,1603) es hijo de Antonio de Arfe, el hijo de Enrique de Arfe o Enrique de Colonia, por su procedencia alemana. Enrique llega a León en 1506 y rápidamente destaca por su estilo novedoso, de manera que realiza su obra más importante, la Custodia para la Catedral de Toledo, entre 1515 y 1523. Para esas fechas ya había sido padre de un hijo, Antonio, que aprendió bien el oficio y que, entre otros trabajos, realizó la custodia de la Catedral de Santiago de Compostela. Antonio, a su vez, fruto de su matrimonio con María de Betanzos y Villafañe, tuvo un hijo que es nuestro Juan de Arfe que continuó igualmente con la profesión de su padre y de su abuelo y cuya única hija, Germana, casó con un platero, Lesmes Fernández del Moral, que firmó también grandes obras, como la custodia de la catedral de El Burgo de Osma, muchas de ellas en colaboración con su suegro.

En el Museo de Santa Cruz, podemos contemplar una custodia de Juan de Arfe, un trabajo realizado en 1592 para el convento del Carmen, en Valladolid. Con un estilo que, lógicamente, se aleja de los modelos de su abuelo, puesto que han transcurrido casi setenta años y ahora los gustos renacentistas se alejan del gótico anterior, es una obra que recuerda mucho a otras obras de mayor porte que Juan ya ha realizado para las catedrales de Ávila, Sevilla y Valladolid. La pieza en cuestión, cuya altura alcanza 1,12 metros, es de las llamadas “de asiento” o procesional y está realizada con materiales como oro y plata. Está compuesta por un asiento, un basamento y tres cuerpos con forma de templete hexagonal, que van disminuyendo en tamaño a medida que ascienden, soportados por columnas de distintos órdenes, y remata en una cupulilla con una cruz. El viril del Santísimo se encuentra ubicado en el primer cuerpo, con dos pequeñas imágenes de San Pedro y San Pablo; en el segundo cuerpo, mucho más pequeño, se presenta una imagen de la Asunción de la Virgen, con otras figuras menores en el exterior (las Virtudes) y en el tercero y último, un Cristo Resucitado.



No hay comentarios