Bibliotecas, los parques de atracciones del intelecto
➤Artículo del presidente Emiliano García-Page con motivo del Día Internacional de la Biblioteca, mañana 24 de octubre
Hoy,
que hablamos tanto de transversalidad, considero que una biblioteca
es el lugar más transversal del universo, porque no hay nada que
conozcamos del Universo que no podamos encontrar en una biblioteca.
Hoy, 24 de octubre se celebra el Día Internacional de las
Bibliotecas, los lugares de transmisión y almacenamiento de cultura
más antiguos de los que disfrutamos.
Cualquiera
de las civilizaciones de las que hemos heredado Cultura poseían
bibliotecas. Algunas eran las propias paredes de sus lugares sagrados
–pirámides, templos, obeliscos–; otras eran vasijas con rollos
de pergamino; más tarde comenzaron a construirse edificios a tal
fin, como la famosa, malograda y reconstruida Biblioteca de
Alejandría. Han existido también las bibliotecas prohibidas e
incluso las bibliotecas ocultas. Donde no hubo bibliotecas, hubo
barbarie. ¿Cuántos libros hacen falta para que un lugar se
considere biblioteca? ¿Quizás diez libros en el estante de un salón
es ya biblioteca? A mí me gusta pensar que sí. Además, los libros
se atraen unos a otros, lo que comienza con diez libros, solo el
devenir dirá en cuántos se convierten.
En
estos últimos veinte años, las bibliotecas, como otras tantas,
tantísimas instituciones, han cambiado su concepto de trabajo e
incluso de forma. Las bibliotecas siguen teniendo sus libros, sus
mesas, su silencio. Sin embargo, aquellos tiempos en los que abrías
cajones de fichas, ya fueran por autor o por temática,
desaparecieron –por suerte– una vez que se extendió el uso del
ordenador.
Hoy
ha cambiado el modo de búsqueda de un libro, aunque hay quienes
todavía disfrutan del placer de caminar entre los anaqueles y pasear
su dedo por los lomos hasta dar con el libro que buscaba o
sorprenderse con alguno inesperado. Pero generalmente la comodidad de
pedirlo en el mostrador ha sustituido los paseos. Poco a poco las
enciclopedias van desapareciendo para dar paso a mesas con
ordenadores conectados a la red.
Las
bibliotecas ya no son lugares únicamente destinados al estudio y al
préstamo de libros. Hoy las bibliotecas se han convertido en los
parques de atracciones del intelecto. Las bibliotecarias y
bibliotecarios se devanan los sesos en busca de actividades lúdicas
destinadas al cerebro: talleres de animación a la lectura, debates,
clubes de lectura, clubes de lectura en otras lenguas, talleres de
escritura, conferencias, presentaciones de libros, cineclubes,
exposiciones... y lo que a las imaginativas empleadas y empleados se
les ocurra o compartan con otras bibliotecas, porque, algo
maravilloso que ha traído la red es la comunicación entre ellas, al
menos, en Castilla-La Mancha (donde casi un tercio de la población
es usuario de ellas).
Dicen
algunos que quizás las bibliotecas, tal como las conocemos ahora,
sean en un futuro algo más arqueológico que práctico, pero estoy
seguro de que el libro se mantendrá y las bibliotecas también,
aunque todo lo que se nos ocurra que pueda suceder se parecerá
todavía a ciencia ficción. Mientras tanto, disfrutemos del encanto
de las de ahora.
Emiliano
García-Page
Presidente
de Castilla-La Mancha
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