José Manuel Caballero destaca "la importancia del esfuerzo colectivo" en el cierre de FENAVIN
🍷🍷 El presidente de la Feria Nacional del Vino comparte con la organización y el personal su satisfacción por el buen trabajo realizado
El
presidente de la Diputación y de la Feria Nacional del Vino, José
Manuel Caballero, ha agradecido a quienes han hecho posible FENAVIN
el trabajo que han llevado a cabo tanto en los meses, en el caso de
la organización, y días previos a la feria, como durante los tres
días que ha durado el evento.
Una
vez cerrado el recinto ferial, y cuando los pasillos que han
registrado una actividad frenética en torno al negocio y a los
precontratos comerciales asisten al desmontaje de stands, Caballero,
acompañado por el director, Manuel Juliá, y el coordinador
institucional, Gonzalo Redondo, ha charlado con trabajadores y
trabajadoras, y ha recogido impresiones, todas ellas positivas, en
torno a un acontecimiento expositivo que también proporciona
posibilidades de empleo a cientos de hombres y mujeres de la capital
y de la provincia.
Muchos
de los que se encontraban en el pabellón Virgilio han
querido posar con Caballero, Juliá, Redondo y un buen número de
diputados provinciales pasando así a la posteridad en los archivos
fotográficos de FENAVIN 2019, la décima edición, que será
recordada porque la feria ha alcanzado la mayoría de edad con un
nivel de consolidación incuestionable y como la mejor de España y
una de las que más proyección tiene del mundo.
Será
la última en la que se emplearán de forma masiva carpas para acoger
a los pabellones, porque para 2021 el Equipo de Gobierno que preside
Caballero ha sentado bases sólidas para culminar el ambicioso
proyecto de rehabilitar y ampliar el pabellón ferial de Ciudad Real,
lo que permitirá que nadie cuestione de cara al futuro el
emplazamiento de FENAVIN. Se queda en el mismo lugar que la vio nacer
porque la Diputación provincial, el Ayuntamiento de Ciudad Real y la
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no han perdido el tiempo
en los últimos cuatro años y se han empeñado en que la
coordinación institucional fluya resolviendo así el
galimatías patrimonial que ha encorsetado e, incluso, amenazado
durante años la pervivencia de la Feria Nacional del Vino.
Una
edición que nadie cuestiona como la mejor de la historia y que ya
muchos visualizan, a tenor de lo expresado por el propio Caballero en
el acto inaugural, como de clara transición hacia un nuevo modelo de
gestión pública más flexible y dinámica. Y también una edición
que grabará en la importante trayectoria de una feria que nació con
humildad, pero también con profesionalidad, determinación, entrega
y sin complejos, la decisión de Manuel Juliá de dejar la dirección
de la feria para dedicarse a la escritura, otra de sus pasiones.
Un
magno evento que pone en valor el sector que más alegrías
económicas nos da en torno al cultivo más social que tenemos y que
coloca el nombre de nuestra capital y provincia en las agendas de
compradores de 104 países del mundo.
FENAVIN tiene
que ser patrimonio de todos, nunca jamás debe ser atacada o
amenazada, se ha trabajado mucho para que catapulte a nuestra tierra,
a nuestro campo y a nuestros vinos. El sector lo entendió desde el
principio y también las Corporaciones provinciales que se han
sucedido desde 2001, cuando se celebró la primera edición. Quizás
por ello el presidente de la Diputación se la ha dedicado hoy a los
hombres y mujeres del medio rural. Representa a esta provincia y a
sus gentes, y multiplica exponencialmente los recursos que se emplean
en su organización generando riqueza y empleo.
Ya
se prepara la edición de 2021 y la Diputación ha dispuesto la
financiación necesaria para que la undécima edición FENAVIN
comience una nueva andadura en un recinto moderno y funcional, del
siglo XXI, que responda a las exigencias de aquellos que participan
en grandes eventos como es la Feria Nacional del Vino. Sin lugar a
dudas, institución provincial tiene por delante un gran reto.
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