"La condena por el secuestro de la educación supone la privación de un futuro para todos"
➤ Artículo de opinión de Matilde Sanz, docente y miembro del grupo de expertos de educación Cs C-LM
Hace
cerca de un mes la agrupación local de Cs de Cabanillas del Campo
planteó un Ágora Ciudadana en forma de mesa de debate sobre
educación. Tras dos horas de intercambio de información e intenso
debate, creo que todos nos marchamos con la sensación de que hay que
hacer un ajuste urgente para rescatar la educación de las trincheras
ideológicas y ponerla al servicio de la sociedad en Cabanillas del
Campo, en Castilla-La Mancha y en España.
Poner
en jaque el futuro de todos, por el capricho dogmático de los
gobernantes que aspiran a aplicar medidas cortoplacistas, es un craso
error. No nos engañemos pensando que la solución está en parchear
una ley educativa que a lo único que aspira es a saciar el ego de
unos pocos cambiando el color político de la misma.
Despertemos
del sueño letárgico de las vanidades, dejemos de mirarnos el
ombligo y escuchemos a la sociedad que pide que no se adoctrine a sus
hijos y que se formen buenas personas, ciudadanos competentes,
emprendedores, respetuosos con los valores comunes de una sociedad
democrática y capaces de solucionar los problemas que surjan en el
camino. Hablemos menos y escuchemos más.
Nosotros
hemos estado escuchando las demandas de los vecinos de nuestra
localidad y para satisfacerlas sabemos que habrá que ser altruista y
enarbolar la bandera del consenso.
Las
demandas locales son la mayoría de las veces un reflejo de las
demandas generales y pasan por seleccionar y formar a nuestros
docentes; adaptar la educación a las necesidades del aula; ampliar
los itinerarios educativos y garantizar la enseñanza a lo largo de
la vida; dar un salto de lo conceptual a lo competencial y de lo
individual a lo grupal; fomentar la creatividad como verdadera
expresión de emociones y como estrategia de resolución de
problemas; y, por supuesto, implicar a toda la comunidad educativa en
un combate sin tregua contra todos los factores que abocan a los
jóvenes al fracaso escolar, verdadero lastre en la inclusión
efectiva y en la socialización democrática.
Hay
que recordar que fue apenas hace setenta años, el 11 de diciembre de
1948, cuando en el artículo 26 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos se recoge que la educación es un derecho y que hace
poco más de cuarenta años ese derecho queda apuntalado en el
artículo 27 de nuestra Constitución. Por tanto, no llegar a un
pacto educativo significa, entre otras cosas, no garantizar un
derecho, no cumplir con un deber y deambular desarmados por la senda
de la incertidumbre.
Secuestrar
la educación es un delito que se paga muy caro. La condena es la
privación de un futuro sostenible para todos. Aún estamos a tiempo
si hay voluntad de actuar conjuntamente.
Matilde
Sanz
Docente
y miembro del grupo de expertos de educación Cs C-LM
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