‘Mantener el espíritu’
➤ Artículo de opinión de la portavoz de Ciudadanos CLM, Orlena de Miguel, con motivo del 40 Aniversario de la Constitución Española
Todo
final de ciclo tiene sus peligros. En Europa sabemos bastante sobre
estos peligros. Los cambios sociales y económicos en el s.XX
desembocaron en dos guerras mundiales porque no supimos adaptarnos;
la falta de respuesta al cambio por parte del sistema hizo reaccionar
al monstruo que habita en toda sociedad en forma de nacionalismos y
populismos… Y el monstruo nos devoró.
A
los españoles nos costó más que a otros europeos levantarnos.
Después de una guerra fratricida sufrimos casi 40 años de
dictadura. Nos costó sí, pero nos levantamos; en el año 78 imperó
la razón, enterramos los fantasmas, le vencimos al monstruo.
A
cualquiera que le interese la Historia no se le escapará que ésta
acumula cambios trascendentales cada vez de forma más veloz. Los
últimos 40 años han supuesto un ciclo mucho más corto que los
anteriores, y, a finales de la primera década del s.XXI, empezaron a
aparecer los primeros síntomas de agotamiento. Estamos, como lo
estuvieron nuestros abuelos, en la encrucijada. ¿Sabremos
adaptarnos?
Podríamos
negar el cambio, intentar resistir agarrándonos a la roca, y esperar
cruzando los dedos que pase el temporal. O sucumbir a la tentación
de seguir al monstruo, que, bajo la promesa de venganza ante ese
cambio impertinente que da tanto miedo, quiere que le demos permiso
para someternos. Pero eso sería repetir los mismos errores que
cometieron nuestros antepasados.
Hoy
celebramos que hace 40 años los españoles vimos que existe otro
camino, uno de unión, de reforma y de progreso. Yo pertenezco a la
generación que nació a la luz de la Constitución, y quizá por
eso tengo una fe inquebrantable en que volveremos a escoger ese
camino.
El
escenario político español lleva ya un tiempo reflejando esa pugna
de fin de ciclo, pero es en la cita electoral andaluza del
pasado domingo donde se han visto con toda claridad la encrucijada
que tenemos delante. Por un lado, unos partidos tradicionales
ensimismados que no son capaces de dar respuestas y que, aferrados a
la roca, nos piden que nos conformemos si nos lleva la marea. Por
otro lado, populismos que nos animan al enfrentamiento como medio y
fin de nuestros problemas. Y una tercera vía, heredera de ese
espíritu del 78, que construye un proyecto nuevo de unión,
convivencia y progreso adaptado a un mundo que inevitablemente
cambia.
Los
andaluces han hecho su apuesta y está llena de esperanza, ahora nos
toca al resto de España.
Orlena
de Miguel
Portavoz
de Cs en C-LM
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