Restrospectiva del pintor quintanareño Antonio Arnau
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➤ El Museo Casa de Piedra de Quintanar acoge desde ayer la exposición retrospectiva “Antonio Arnau. De aprendiz a maestro. 1932-2011” en la que se recoge una parte de la obra del pintor desde sus comienzos hasta el final de su vida
“Antonio
Arnau. De aprendiz a maestro. 1932-2011” ha sido el título
escogido para dar nombre a esta nueva muestra que acoge el Museo Casa
de Piedra desde ayer, 30 de mayo y hasta el próximo 1 de octubre.
Una exposición retrospectiva del pintor y maestro quintanareño en
la que pueden verse parte de sus obras desde sus inicios con los
pinceles hasta el final de su trayectoria.
En
el acto, acompañando al comisario de la muestra, Jorge Jiménez, han
estado presentes el alcalde, Juan Carlos Navalón; el concejal de
Cultura, José Ángel Escudero; así como otros concejales de la
Corporación Muncipal, familiares de Antonio Arnau y colaboradores
con el proyecto.
El
concejal de Cultura, José Ángel Escudero, encargado de abrir el
acto afirmaba que esta muestra retrospectiva a la vida y obra del
maestro Arnau puede considerarse la exposición definitiva a su
figura y servirá para cerrar el homenaje que comenzó el pasado 2016
con la publicación del monográfico sobre la vida de su padre de la
colección Cuadernos Quintanareños, así como la declaración de
Antonio como Hijo Predilecto de la Villa. “Se trata de una
entrañable a la vez que documentada y completa exposición sobre la
vida personal, artística y docente de nuestro maestro de pintura más
querido y admirado de la historia reciente de nuestro pueblo”.
Un
recorrido por su obra, explicaba el concejal, que recoge su evolución
reflejada en cada una de las etapas de su vida que marcaron un estilo
inconfundible. “Antonio fue aprendiz, pintor, cartelista, copista,
maestro y restaurador”.
Escudero
recordaba que el padre de Arnau, fotógrafo, plasmaba lo que veía a
través de su máquina fotográfica y “Antonio plasmó lo que veía
a través de sus sentimientos”.
El
edil terminó su intervención con palabras de agradecimiento a todas
las personas que han hecho posible la puesta en marcha y organización
de esta exposición destacando, sobre todo, la persona del
quintanareño, Nicolás Roldán y su familia.
Un breve repaso por su historia
Jorge
Jiménez, comisario de la obra, tomó la palabra para explicar lo que
puede verse en esta gran exposición que no sólo se encuentra en el
Museo Casa de Piedra, sino que también se hace extensible a la
Ermita de Ntra. Sra. de la Piedad y la Ermita de Santa Ana, donde
pueden apreciarse obras del artista.
Jorge
explicaba el amor por los paisajes manchegos que siempre han
caracterizado la obra de Arnau, paisajes que observaba día tras día
en plena llanura manchega desde que nació. Recordaba que fue su
padre, fotógrafo de profesión y aficionado a la pintura quién le
inició en este mundo al que Antonio se dedicó después en cuerpo y
alma.
Y
tras sus comienzos en Quintanar, Arnau decide, unos años después,
salir fuera para formarse. Tal y como afirmaba el comisario de la
muestra, “Antonio no hubiera sido lo que llegó a ser si se hubiera
quedado en Quintanar, era necesario salir, para prosperar y mejorar
como artista y de eso se ocupó el Madrid de los años 50 donde las
distintas Galerías estaban realizando una renovación del arte de la
posguerra Española”.
En
los 60 los paisajes que aprendió a pintar de su padre se
convirtieron en paisajes más modernos que le hicieron ganar
distintos premios. Ya en las últimas décadas del siglo XX, Arnau
comienza a realizar una obra donde juega más con las texturas. Por
último, el color en su última época retoma el expresionismo de sus
inicios.
“Antonio
que fue aprendiz y acabó siendo maestro también aprendió de los
maestros de la Escuela española y él siempre se vanaglorió de
ello”.
Es
en 1983 cuando Arnau regresa a Quintanar para comenzar su faceta como
profesor de pintura, primero en su academia privada y después en la
Escuela Municipal de Pintura. “Antonio enseñó a las nuevas
generaciones todo lo aprendido a lo largo de su vida y les inculcó
su pasión por la pintura y por el paisaje de su Mancha natal”.
Jorge
Jiménez también destacaba las otras facetas del pintor colaborando
siempre con instituciones y asociaciones.
Por
último, el alcalde, Juan Carlos Navalón se dirigió al numeroso
público asistente para manifestar que “la inauguración de esta
exposición se ha unido a diferentes colectivos, instituciones y en
general, a todo el pueblo de Quintanar, en un solo objetivo que es
dar las gracias y homenajear a uno de sus buques insignes de la
Cultura y el Arte de la localidad como lo es Antonio Arnau”. En ese
sentido, también agradeció a todas las personas que han colaborado
para poder llevar a cabo esta exposición. “Estamos rindiendo
homenaje a una marca cultural que, como es la obra de Arnau que, a
partir de ahora, habrá que tener en cuenta y nunca se nos podrá
olvidar”.
El
acto concluyó con la entrega de sendos obsequios a la familia de
Antonio Arnau y de Nicolás Roldán.
La
exposición podrá visitarse hasta el próximo 1 de octubre, además
se tiene previsto realizar un catálogo sobre la exposición para que
quede reflejada para la posteridad.